Si le coges en brazos se “mal acostumbran”, seguramente has escuchado este comentario muchas veces y te has planteado si realmente es cierto, ¡Pues nada más lejos de la realidad!
Ten en cuenta que tu bebé ha estado dentro de ti sintiéndose constantemente acompañado por tu voz, el latido de tu corazón, en un ambiente dónde nunca ha pasado hambre, sed, frío, calor o incomodidad.

Las necesidades básicas de cualquier persona son alimentarse, dormir y sentirse protegido. Si trasladamos esto a un recién nacido que depende de sus padres para sobrevivir es una locura pensar que lo estamos “malcriando”.
Ahora bien, este proceso de adaptación tiene un tiempo, los primeros tres meses es normal que demanden más nuestra atención, sin embargo entre el tercer y cuarto mes ya son unos expertos lactantes, empiezan a ver más y mejor, reconocen su hogar, a las personas que conviven con el/la y su pequeño cerebro empieza a producir el coctel mágico del sueño, melatonina y cortisol, en este momento tu peque te buscará para conciliar el sueño, entre medias su cerebro empieza a crear sus propios ciclos de sueño (como los del adulto), éste momento es crucial para que la ayuda externa empiece a retirarse y el peque de forma autónoma logre conseguir la calma para dormirse solo.
De hecho, es en este primer trimestre que recomendamos iniciar el plan de sueño, para que estés preparado y acompañes con nuestra técnica los cambios que van dándose en el cuerpo de tu peque ❤️
Lo que sí es cierto, es que si generamos un hábito cómo dormirles en brazos y al pecho, tu bebé aprenderá sólo a dormirse de ese modo y si se despierta en la cuna solo y de la nada, llorará primeramente de miedo, reclamando volver a tus brazos y al pecho aunque no necesite comer, sino una succión no nutritiva para calmarse (de la mamá chupete hablaremos más adelante).
Lo importante es que sepas que con el paso del tiempo los hábito van afianzándose y es importante que creemos los correctos.
Enseñemos de manera respetuosa, sin limitar tus besos ni abrazos para que tu bebé tenga sueño de calidad.